El filtro regulador es un dispositivo combinado que integra en un solo cuerpo dos funciones esenciales: filtrado del aire comprimido y regulación de la presión. Está compuesto por un recipiente filtrante con sistema de purga, un regulador de presión con perilla de ajuste y un manómetro para monitoreo visual.
Para que sirve:
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Limpiar el aire comprimido de impurezas como agua, polvo y partículas.
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Estabilizar la presión del aire que llega a los componentes neumáticos.
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Optimizar el funcionamiento y prolongar la vida útil de válvulas, cilindros y herramientas neumáticas.
Como funciona:
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Entrada del aire comprimido: El aire ingresa al filtro regulador desde la red neumática.
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Filtrado: El filtro retiene partículas sólidas y separa el agua contenida en el aire.
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Regulación de presión: Al pasar por el regulador, el aire se ajusta a la presión deseada utilizando la perilla de control.
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Visualización: El manómetro indica la presión de salida en tiempo real.
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Purgado de residuos: Los contaminantes recogidos se eliminan mediante la válvula de purga manual o automática.
Aplicaciones comunes:
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Sistemas de automatización neumática.
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Talleres y maquinaria industrial.
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Equipos con herramientas neumáticas.
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Sistemas de control de procesos.
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